Powered By Blogger

viernes, 9 de septiembre de 2011

PEQUEÑO RELATO CON PERSONAJES DEL SEÑOR FOLLET

Johnny Ochopeniques se detuvo y ató el asno a un árbol, al pié del camino que llevaba al priorato. Sabía que por allí pasaría el prior de vuelta de Winchester. Lo esperaría y se lo diría sin remilgos, sabía que Phillips estaba muy ocupado con la inauguración de la Catedral, después de tantos años abriría sus puertas el domingo próximo, ese día vendrían gentes de todos los contornos.
Ochopeniques daba vueltas alrededor del asno y sólo pensaba en el prior, tenía dudas, pero sabía que no había marcha atrás, le pediría que dejase al niño celebrar la primera comunión el mismo Domingo.
-Me quedaré aquí a esperar, y en cuanto llegue se lo digo, vaya si se lo digo. Ya sé que puede que vengan el Rey y el obispo, pero mi niño se lo merece. Ahí viene.
Phillips montaba un dócil y viejo caballo. Mientras se acercaba el prior, Johnny se levantó y cuando lo tuvo delante le preguntó.
-Phillips. ¿Podría el niño hacer la primera comunión el domingo?
-Claro que sí. ¿Algo más Johnny?
- ¿Me lo puedo llevar a Euro Disney?


domingo, 28 de agosto de 2011

LA ESPERA I

Se quedó por un momento traspuesto.
Habían sido apenas dos minutos
y al despertar todo parecía cambiado.
El cigarro se había consumido entre sus dedos,
amarillentos como el anunciar del ocaso.
Sin apenas haber sido aprovechado,
el hielo se asentaba al fondo del vaso
sin otra ocupación que enfriarse a sí mismo.

¿Qué hacía solo en aquel bar?
Le recordó la escena a aquellas otras,
en las que desde habitaciones solitarias,
el teléfono era un pasillo hacia un futuro,
incierto.

¿Qué hacía solo en aquella ciudad que no era la suya?
Había salido sin rumbo
y sin rumbo llegó hasta aquella plaza.
Se hospedó en el hotel de la esquina de levante
y muy de mañana se dirigió hacia un bar tan céntrico como el hotel.

Media tostada con mantequilla y un café solo, pidió al camarero.
Se extrañó de tener que pedir para sí mismo sin pensar en nadie,
Sin esperar el comentario o la idea o el apunte de una luminosa sonrisa cómplice.

domingo, 31 de julio de 2011

Con permiso del autor.

CAEN TRISTES LA TARDE Y LA LLUVIA
como venidas de lejos
ya cansadas
tarde sin perros ni novios paseando.
Cae extrañamente gris la tarde
y cae gris la lluvia
una lluvia incansable
vertical
difuminando iglesias y azoteas.
Caen lluvia y tarde como de otro tiempo
sin ojos tras las ventanas que las entiendan
sin dedos de niños dibujando
en el vaho húmedo de los cristales.
Ya no importan
las voces quebradas de las fábricas
ni sus sombras de fantasma
tampoco el andar cansino vuelta a casa
o el color de los tejados.
Cae la tarde y cae la lluvia
y hoy van con ellas
todas las palabras.
Del poeta Juan Luis Martín
(Véase su blog: http://apuntes-del-natural.blogspot.com/)

jueves, 3 de febrero de 2011

A LA CUMBRE SE SUBE CON GRAN TRABAJO

Así decían unas sevillanas antiguas y no se pueden imaginar ustedes lo que me ha costao llegar aquí: Primero, contactar con el equipo de sherpas. Segundo, conseguir el equipamiento y el mantenimiento neceserarios. Tercero, compilar todo el arranque útil y suficiente para dejar mi sofá. Cuarto, poner a punto la silla de ruedas para que la subida fuese "sobre ruedas", nunca mejor dicho. Quinto, llegar.

Una vez aquí arriba uno o una, da igual, se pregunta, ¿para qué? ¿Para que venir a esta casa que se asoma al acantilado sin vértigo?

Para y por la palabra, para y por la música y para y por la imagen.

Para hacer llegar lo que queremos oir, ver y decir, desde el acantilado. Un lugar en el que mostrar, comentar o simplemente entrar para que nada se te quede en el tintero del pasado, ni en el bolsillo de la chaqueta que ni te pones, ni en el bolso ese del que ya ni te acuerdas.

Vale la pena la pena llegar y asomarse, sin esperar que nadie nos cuente qué se ve.


Félix A Niza